El secreto para hacer felices en el trabajo a los Millennials no está en los Millennials

Descubre la paradoja: No se trata de Millennials, se trata de seres humanos (y si te interesa te recomendamos la lectura completa del artículo de Kristen Hadeed).

Con demasiada frecuencia nos centramos en lo que nos hace diferentes. Leemos que los millennials son así y que necesitan eso. Escuchamos que todos los Gen-Z requieren estas cosas, mientras que los Baby Boomers requieren esas cosas. Creemos que la Generación X necesita esto y aquello para prosperar. Cada vez que una nueva generación ingresa a la fuerza laboral, parece que los empleadores tengan que cambiar totalmente sus estrategias para involucrarlos. Debido a que estas personas fueron criadas en diferentes momentos con diferentes antecedentes, necesitarán cosas diferentes de la organización que las emplea.

Lo que olvidamos es que no importa cuándo nazcamos, siempre tendremos mucho en común. Todos somos humanos y, independientemente de la edad o demografía, todos los humanos queremos sentirnos valorados. Queremos sentirnos significativos. Queremos estar empoderados, sentirnos confiados y seguros. Queremos inspirarnos en el trabajo que hacemos y sentir que estamos contribuyendo a algo que importa. Y queremos saber que nuestras organizaciones se preocupan por nosotros, que no somos vistos como máquinas o números.

El hecho es que todos y cada uno de nosotros tenemos un trasfondo único y una experiencia de vida que nos ha convertido en lo que somos hoy. Y el desafío que cada líder y organización tiene y siempre tendrá es reunir a un grupo de personas únicas y ayudarlos a alcanzar su potencial. No importa a qué generación pertenezcan.

Nuestro enfoque en involucrar a la generación del milenio en el lugar de trabajo es erróneo. No se trata de millennials; se trata de humanos. Todos necesitamos sentirnos valorados, reconocidos, confiables y atendidos. Si podemos satisfacer esas necesidades, no tendremos problemas para atraer y retener miembros de todas las generaciones.

El “secreto” para ayudar a las diferentes generaciones a prosperar en el lugar de trabajo no es un secreto en absoluto: no necesitamos tratar a ninguna generación de manera diferente a la siguiente. Solo necesitamos tratar a las personas como, bueno … personas.

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